Introducción al anime: historia, ejemplos y técnicas
Aunque sus orígenes se remontan mucho más atrás, el anime ha atraído al público occidental con su peculiar estilo y sus recursos narrativos. El anime abarca todas las tramas, desde conflictos postapocalípticos hasta desamores de instituto. Descubre más sobre el anime con nuestra guía de las técnicas que emplea y sus producciones más famosas.
¿Qué es el anime?
“Anime” es el término que utiliza el público occidental para describir las películas y programas televisivos de animación japoneses (aunque se usa para describir cualquier animación en Japón).
Los bajos costes de los medios de producción y la proliferación de la cultura popular japonesa permiten la producción de anime en diversos subgéneros, desde las tragicomedias estudiantiles hasta la ciencia ficción postapocalípitica y el terror. El anime es famoso por sus personajes expresivos y su animación limitada; además, ha conseguido sobrepasar fronteras, cautivar audiencias e incluso ganar un Óscar.
El anime frente a la animación: principales diferencias
A pesar de compartir una etimología común, existen ciertas diferencias entre el anime y la animación en la forma en que los dos estilos representan el movimiento, los personajes y el entorno.
Rango de movimiento
Utilizamos el término “animado” para referirnos a una persona que no puede parar quieta. Gran parte de la técnica de la animación se basa en el movimiento de los personajes del punto A al punto B, mediante el uso de fotogramas clave y animación directa para enfatizar, en ocasiones, la naturaleza caótica del movimiento del personaje.
Sin embargo, el anime no se centra tanto en la animación del movimiento del personaje. Aunque se tienden a exagerar las expresiones faciales y los actos reflejos, especialmente en los programas infantiles, como las series de Pokémon, las animaciones suelen ser mucho menos frenéticas, con unas interacciones más definidas y organizadas entre personajes, y un movimiento más lento y calculado.
Escenas y entornos
Uno de los aspectos visuales más atractivos del anime es su enfoque del escenario y el entorno. El anime destaca la puesta en escena por encima de los personajes, llenando el preámbulo de fondos detallados, y confiando más en los efectos visuales y sonoros para crear la atmósfera adecuada que requiera la escena.
Por otro lado, la animación se centra mucho en el primer plano, incluso a costa del fondo. A veces, los trabajos de animación antiguos repetían el contenido del fondo, por ejemplo, los personajes de Scooby-Doo escapaban del monstruo cada semana a través de pasillos estirados de forma nada natural y de fragmentos de bosque idénticos.
Público objetivo
La programación solo para adultos ha mantenido una presencia reducida durante la historia de la animación, con excepciones, como El gato Fritz y Heavy Metal, junto con otros programas populares. Sin embargo, el contenido del medio está dirigido fundamentalmente a familias y, en concreto, a jóvenes de Occidente.
En cambio, el anime nunca ha discriminado. Un expediente de producción habitual en un estudio puede contener, con facilidad, estudios basados en personajes cómicos junto con oscuros dramas distópicos. Por no hablar del gigante multimillonario Pokémon y de sus compañeros en la industria del entretenimiento infantil.
El anime frente al manga: principales diferencias
Un término que se asocia con el anime es el de manga, pero son dos formas artísticas diferentes.
La misma diferencia que hay entre los cómics y los dibujos es la que existe entre el manga y el anime. El manga trata historias en páginas impresas, mientras que el anime es el formato animado de la narración. Los manga son una abundante fuente de cultura en todo Japón, que abarca desde obras que son éxitos en ventas e historias por entregas, hasta revistas autopublicadas y movimientos populares.
La confusión que hay en Occidente entre los dos términos se debe a la conocida empresa Manga Entertainment. En una etapa anterior, esta compañía trajo el fenómeno de ciencia ficción Akira al Reino Unido durante los años noventa.
La inclinación de la empresa a distribuir los títulos más recientes del espectro del anime, como El puño de la Estrella del Norte y Urotsukidōji: La leyenda del señor del mal, fue lo que le dio, en parte, a Manga (la empresa) y al anime (el medio) una reputación más madura y atractiva en Occidente.
Sin embargo, el nombre en sí mismo era poco apropiado. Manga distribuía títulos de anime y, ocasionalmente, cómics impresos, a pesar de que el término “manga” hace referencia a cómics y novelas gráficas.
Cuando Hollywood decidió llevar novelas de éxito a la gran pantalla, muchas de las obras más populares de manga también tuvieron sus adaptaciones animadas, tanto para la televisión como para los largometrajes. Death Note, Dragon Ball y Sailor Moon son solo tres de los animes más conocidos en Occidente que comenzaron sus historias dibujados a mano en páginas.
Historia de la animación japonesa
Los expertos no se ponen de acuerdo sobre la identidad de la primera pieza oficial de animación japonesa, que estaría entre Katsudō Shashin (literalmente “imágenes en movimiento”, también conocido como Fragmento de Matsumoto, 1907) y Nippāru no Henkei (La transformación de Nippāru, en torno a 1911). Para cuando el público japonés entró en contacto con las primeras piezas de animación occidentales, a lo largo de la década de 1910, ellos ya estaban haciendo las suyas propias.
El terremoto de Tokio, en 1923, supuso la pérdida de muchas de las creaciones animadas japonesas que se habían hecho hasta entonces. Además, hasta los años treinta, los estudios no pudieron costear la animación en celuloide tradicional. El corto The Dance of the Chagamas, de 1935, está considerado como el primero de este estilo.
Los primeros estudios de anime de pleno derecho aparecieron durante la década de 1950, tras el uso generalizado del formato como propaganda de guerra. El objetivo de Toei Animation de convertirse en el “Disney de Oriente” se hizo realidad con la primera coproducción de un largometraje de anime totalmente a color en 1958. Panda y la Serpiente Mágica, es la historia de una antigua leyenda china concebida para recomponer las relaciones entre dos naciones.
A medida que el anime se abría paso en la pequeña pantalla durante los años sesenta, unos cuantos títulos conseguían triunfar en la televisión occidental. Astro Boy, de Osamu Tezuka, selló la reputación de su creador como un maestro del anime; por su lado, Meteoro y Lupin III también tuvieron éxito fuera de Japón.
En los años ochenta, el anime aumentó su éxito alrededor del globo, al igual que su calidad visual. Hayao Miyazaki fundó Studio Ghibli, que empezó a crear algunas de las producciones más fascinantes, entre las que se incluye el único anime galardonado con un Óscar, El viaje de Chihiro, de 2001. El éxito de El castillo ambulante (2004) y Ponyo en el acantilado (2008) consolidaron la reputación del estudio en cuanto a la elaboración de detalles complejos y una narración sublime tanto para jóvenes como para adultos.
Los años ochenta también trajeron un ambiente crudo y oscuro en la presentación del anime. Las películas de suspense y ciencia ficción, como Akira y Ghost in the Shell ahondan en la mente humana y presentan unas incómodas visiones del futuro, junto con numerosos efectos visuales y unas historias llenas de giros.
Esta combinación de suspense psicológico y fantasía futurista no aparece solo en el cine. Una de las series de televisión japonesas más aclamadas por la crítica fue Neon Genesis Evangelion que consiguió ganar seguidores poco a poco y terminó siendo un fenómeno cultural cuando se emitió por primera vez en octubre de 1995. Rebuild of Evangelion, que contaba de nuevo la típica historia de unos adolescentes que pilotan robots, se produjo en una serie de cuatro largometrajes que finalizó en 2021.
Ejemplos del anime
Tanto los espectadores, como los productores, establecen las categorías del anime en relación con su público objetivo. Estos son algunos de los tipos de anime que hay.
Kodomo/Kodomuke: está dirigido al público infantil. Alguno ejemplos de este subgénero incluyen las series de Pokémon, así como Hello Kitty y Digimon. Suelen tener lecciones de vida, emplear un lenguaje neutral y contar con un reparto diverso.
Shónen: está dirigido a chicos preadolescentes y adolescentes. Dragon Ball y Naruto son dos ejemplos populares de shónen, que se caracteriza por tener a hombres jóvenes como líderes, mucha acción y un amplio alcance en cuanto a los tipos de género.
Seinen: está dirigido a hombres adultos jóvenes. Suelen tratar temas más adultos, siendo la ciencia ficción y el terror los subgéneros más destacados. Algunos ejemplos de este género son: Hellsing, One-Punch Man y Tokyo Ghoul.
Josei: está dirigido a mujeres adultas jóvenes. Tiene un enfoque adulto más realista de las relaciones y los romances, cuenta con tramas más maduras y con profundidad psicológica. Algunos ejemplos de este género son: Usagi Drop y Paradise Kiss.
¿Te fascina el mundo de la animación?
Sigue aprendiendo con nuestra guía de animación para principiantes.
Cómo realizar películas de anime
El estilo directo de la animación puede que no sea apto para todas las producciones, ya que el anime tiene un estilo relativamente sofisticado. Un proceso minucioso de creación de la trama y el guion gráfico te proporcionará las herramientas necesarias para contar el relato en formato anime.
En lo relativo al propio proceso de animación, ten en cuenta que el característico estilo del anime contiene menos fotogramas de animación, ya que se suele “grabar a treses”, es decir, que cada dibujo individual se mantiene durante tres fotogramas en vez de uno. El efecto final tiene un aspecto mucho menos fluido que las animaciones occidentales, pero es parte del estilo distintivo del anime.
La creación de un guion gráfico implica presentar el desarrollo esencial del proyecto, que incluye los movimientos de cámara además de la duraciones de las grabaciones.
La creación de paisajes supone que los equipos den vida a los fondos y entornos de la historia; en el anime, esto puede abarcar desde institutos termina el borde de la galaxia, por lo que es un proceso que requiere de cierta imaginación. Se puede hacer de forma digital o a mano, dependiendo del presupuesto y el nivel de creatividad.
Los animadores crean fotogramas clave, es decir, los fotogramas más importantes desde el principio, pasando por el medio, termina el final de cada pequeña acción animada. Los animadores de intermedios trabajan en los fotogramas entre medias de los que son clave.
La composición es el coloreado y sombreado de los fotogramas, una parte fundamental para dar vida al proceso.
Para acabar, un equipo de Efectos deja su marca en los procedimientos con una variedad de efectos visuales para energizar la acción.
Si estás en el proceso de creación de una película de anime, seguramente no cuentes con el tiempo ni el presupuesto que tienen los estudios de anime profesionales, como Studio Ghibli o Kyoto Animation. Por este motivo debes empezar poco a poco:
- Adobe Illustrator puede ayudarte a crear los personajes, los guiones gráficos y los elementos fundamentales de tu animación.
- Adobe Animate te permite dar vida a tus personajes.
- Adobe Premiere Pro tiene una variedad de efectos visuales para darle el toque distintivo del estilo anime en posproducción.
Preguntas frecuentes sobre el anime
¿Cuál es el anime más visto?
La cantidad de anime producido es tal que es difícil determinar cuál es el más visto. Sin embargo, una investigación ha descubierto que el anime más buscado en Estados Unidos es One Piece. Con casi 400 horas de producción entre sus largometrajes, episodios televisivos y especiales, la historia de los Piratas de Sombrero de Paja continúa fascinando a los espectadores.
¿Cuál es el anime más largo?
La producción de anime con mayor duración del mundo es Sazae-san. La serie de anime, cuyos episodios duran ocho minutos, comenzó a emitirse en 1969, y está basada en el manga de Machiko Hasegawa, quien lo ha escrito e ilustrado desde 1946. Tras cincuenta años (y ocho mil segmentos), la comedia familiar sigue muy viva. Su emisión habitual los domingos por la noche ha dado pie al surgimiento del “síndrome de Sazae-san”, que representa el sentimiento de que la semana está a punto de acabar cuando estrenan episodio.
¿Qué significa realmente anime?
Aunque se creía que el término venía del francés “dessin animé” (dibujo animado), el anime es, básicamente, una expresión abreviada de la palabra inglesa “animation” (animación), que se escribe como “animéshon” en japonés y como アニメーション en katakana. Asimismo, la palabra en Japón alude a todo el espectro de la animación, mientras que Occidente se utiliza para referirse a las producciones japonesas.