Cómo dibujar gatos.

Todo es cuestión de gestos.

Los gatos se mueven de formas a veces inesperadas. Pueden estirarse muchísimo, hacerse un ovillo diminuto y saltar hasta alturas insospechadas. Los dibujos gestuales o bocetos rápidos que capturan el movimiento y la pose de tu sujeto pueden ser un punto perfecto desde donde empezar a la hora de dibujar gatos, ya estén parados o en movimiento. “Lo más importante de los dibujos gestuales es conseguir esa línea de movimiento”, explica Merien. Haz unos cuantos dibujos de práctica para experimentar con el movimiento y encuentra la pose que más te guste para tu gato.

Familiarízate con el personaje.

Pueden tirar un vaso de una mesa o acurrucarse adorablemente en tu regazo, pero todos los gatos tienen personalidad. Un buen dibujo de un gato encarnará esa personalidad y la transmitirá mediante gestos y rasgos faciales. “Puede haber grandes diferencias entre las distintas razas de gatos”, puntúa la ilustradora Ashley Hutchinson. “Los persas tienen caritas graciosas y estrujables, y luego están los británicos de pelo corto, que tienen la cabeza muy redonda”. Piensa en esas características únicas que pueden ayudarte a retratar dicha personalidad. Si un gato es delgado y estilizado tendrá una apariencia elegante y serena, mientras que, si un gato tiene las orejas grandes, tendrá una apariencia más graciosa.

Pasos sencillos para dibujar gatos.

1. Usa fotos de referencia.

Puede que hayas investigado la anatomía de un gato, pero, aun así, tienes que buscar unas buenas fotos de referencia. Esto te ayudará a observar e imitar la forma del cuerpo de un gato, incluso en escorzo. Si quieres dibujar un gato realista, utiliza una foto como referencia. No obstante, si quieres hacer un boceto de un gato animado, busca arte o ilustraciones para ver cómo han capturado otros artistas las formas felinas de manera estilizada.

2. Esboza las formas simples.

Tras haber observado las imágenes de referencia, dibuja los grandes rasgos del gato. Comienza con la cabeza, luego el cuerpo, las patas delanteras, las traseras y, por último, la cola. “Se trata de descomponer una materia y volverla a componer de manera significativa y, para conseguirlo, tienes que simplificar todo ese caos”, declara Merien. “Cuando dibujas un gato, te enfrentas al pelo esponjoso y a la perspectiva, por lo que tienes que componerla de forma que tu cerebro pueda entenderla”.

Cuando hayas simplificado la forma del gato, conseguirás acertar con los gestos y la posición sin preocuparte por los detalles complejos. Asegúrate de marcar dónde están las extremidades y las articulaciones, así como la cola. No solo se trata de formas individuales, también de cómo esas formas se conectan las unas con las otras.

3. Finaliza tu arte lineal.

Cuando hayas dibujado las formas básicas, puedes comenzar a refinar las líneas para convertirlas en una forma de un gato clara y sencilla. “Las orejas de los gatos suelen estar levantadas y, normalmente, tienen una forma triangular. El hocico tiene forma de diamante y las patas suelen ser pequeñas. Además, a los gatos no se les marcan mucho los músculos, tienen el cuerpo blandito”, indica Hutchinson. Si trabajas con herramientas digitales, como Adobe Fresco, crea tu arte lineal en una capa separada de tu dibujo gestual o subyacente. Así esa capa permanecerá intacta, en caso de que quieras volver a empezar.

4. Añade detalles y color.

Ahora llega el momento de añadirle calidad a tu dibujo. Termina los detalles faciales, como los ojos, los bigotes y las marcas del gato, y añade capas de color. Recuerda que las pupilas de los gatos tienen forma rasgada. Por lo que, cuando son pequeñas, parecen más bien líneas verticales y, cuando son grandes, tienen una forma más redondeada, de forma que eclipsan el iris colorido del ojo.

“El sombreado le da al dibujo más vida e interés, le aporta ese toque de personalidad”, explica Merien. De nuevo, si utilizas herramientas digitales, mantén el sombreado y el color en capas diferentes a la del arte lineal.

Unos consejos finales para dibujar felinos.

Viva la expresividad.

Muestra el estado de ánimo y la actitud del gato con sus orejas, cola y postura. “La cola es muy importante. Aunque no todos los gatos tienen, creo que sus colas pueden expresar mucho. Algunos animales como los perros solo mueven la cola, pero los gatos hacen cosas más interesantes y divertidas”, aclara Hutchinson.

La posición de la cola y las orejas de un gato puede decirte mucho sobre su estado de ánimo y lenguaje corporal. Por ejemplo, si la cola está recta hacia arriba, el gato suele estar seguro de sí mismo y contento. Si tiene las orejas agachadas, pegadas a la cabeza, podría estar enfadado o asustado. Utiliza el lenguaje corporal del gato para darle personalidad y expresar su estado de ánimo. Las marcas en la cara también pueden ayudarte a expresar emociones. Las rayas de la cabeza podrían pasar por cejas o añadir dimensión o la sonrisa o la mirada del gato.

Sé selectivo.

Cuando dibujes un gato, no tienes que esbozar cada hebra de pelo. El dibujo quedaría demasiado saturado y sería difícil de entender. “Piensa en la ubicación de los detalles. Si utilizas una foto de referencia de un gato con el pelo alborotado, tienes que concretar muy bien dónde colocar los detalles y asegurarte de que el dibujo quede natural”, explica Merien. Crea la textura del pelo sombreando secciones pequeñas o añadiendo algunas líneas pequeñas que hagan alusión a hebras individuales del pelo. De esta forma, simplificas el boceto y le das al observador una idea mejor de la forma y el físico del gato.

Añade dimensión.

No te olvides de las marcas y patrones de tu gato. “Si el gato tiene marcas, como un gato atigrado, y dibujas las rayas de arriba abajo y de forma aleatoria, va a tener un aspecto un poco extraño. Tienes que dibujar líneas curvas por el cuerpo y el pelo, así le darás más vida y más credibilidad”, afirma Merien.

Cuando se trata de gatos, hay innumerables maneras de dibujarlos. Desde uno hiperrealista a uno adorable sacado de dibujos animados, los dibujos de gatos de todos los tipos pueden expresar las personalidades tan particulares de estos felinos. Así que, si dibujas gatos grandes, como un león o un tigre, o un gato doméstico, como uno atigrado o uno persa, estos consejos te ayudarán a capturar esa actitud gatuna en tu próximo dibujo.