Ojos grandes, cabezas grandes y emociones grandes: las reglas básicas del estilo chibi.
Los personajes chibi se encuentran entre los elementos más inusuales y únicos del anime y el manga. Estas son las reglas básicas para crear y diseñar caricaturas “kawaii”.
¿Qué son los personajes chibi?
Los personajes del anime y el manga suelen tener rasgos exagerados. Sin embargo, de vez en cuando, esas figuras de proporciones enormes se vuelven más diminutas que nunca y se ven reducidas a un tamaño minúsculo e infantil, a la vez que expresan algún tipo de arrebato emocional. “El estilo chibi es la exageración cómica dentro del anime o el manga”, cuenta el ilustrador Kevin Jay Stanton. Los personajes que ya están estilizados se acentúan aún más, con expresiones faciales y proporciones corporales todavía más exageradas.
“Las cabezas enormes son una característica que define muy bien a los personajes chibi, junto a los rasgos faciales desmedidos”, afirma Stanton. La cabeza de un personaje chibi suele ser igual de grande que su cuerpo, si no mayor. Debido a la combinación de ojos enormes, cabezas extragrandes y cuerpos diminutos, los personajes chibi también se conocen como el estilo “superdeformado”, aunque dicho término se utiliza con menor frecuencia en la actualidad. La idea de crear estas proporciones es darles a los personajes una ternura inigualable.
Dicha ternura existe sea cual sea el tipo de personaje. El estilo chibi no solo se limita a los personajes que ya irradian cierto aire de adorabilidad. El manga y el anime también incluyen personajes como solemnes guerreros y osados ninjas con estilo chibi.
El estilo chibi en el contexto narrativo.
En muchas series de manga y anime, las versiones chibi de los personajes tienen una clara intención narrativa: mostrar un personaje que siente un gran estallido de emociones. Es posible que un personaje de anime sea una guerrera impasible, pero en cuanto se enfada por el menor inconveniente, se convierte en un personaje chibi durante unos segundos, arrojando su rabia como si de una niña se tratara. O, si un personaje está enamorado, puede que su apariencia adopte el estilo chibi con ojos en forma de corazón y una sonrisa de oreja a oreja. En cualquier caso, los personajes de anime y manga normales y corrientes se suelen convertir en figuritas chibi encantadoras para enfatizar la explosión de emociones que sienten en determinado momento.
“Nunca se trata de un momento de serenidad”, indica la ilustradora y artista chibi Shiela Larson. “Siempre se utiliza para acentuar las emociones de alguien. Un personaje que se enfadara con otro personaje tontamente se convertiría en un chibi”. Esta transformación repentina de un personaje normal en una caricatura emotiva puede resultar chocante a nivel narrativo, pero ahí reside también parte del humor y del efecto. “Siempre me imagino a los personajes enfurruñados, como si estuviesen dentro de un paréntesis casi fuera de la historia”, revela Stanton.
Las versiones chibi de los personajes también sirven para romper esa cuarta pared, al ofrecer metahumor y comentarios sobre la trama, como cuando un personaje de una película o una serie de televisión mira a cámara y se dirige a la audiencia directamente. Este fenómeno también sucede sobre el papel. En el manga, existen secciones enteras de cómic que a veces se dedican a los personajes chibi. “En ocasiones, hay una doble página entera con personajes chibi superpuestos sobre los paneles”, añade Stanton. “También es frecuente encontrar unas cuantas páginas al final de la edición con personajes chibi que hablan sobre lo que acaba de ocurrir en el volumen”. En estos casos, los personajes chibi hablan como ellos mismos y como caricaturas de ellos mismos.
Cómo dibujar personajes chibi.
El estilo chibi consiste en, ante todo, encontrar rasgos de los personajes que se puedan agrandar y acentuar, lo que casi siempre incluye gigantescos ojos infantiles y grandes bocas expresivas. No obstante, a la hora de convertir un personaje en su versión chibi, hay que tener en cuenta todas las partes de su diseño.
“Encuentra exageraciones para los personajes”, sugiere Larson. “Si uno tiene un lazo en el pelo, hazlo del mismo tamaño que su cabeza. Si a otro le pones una espada, que sea una enorme. Todo debe tener un tamaño desmesurado a excepción del cuerpo”. Un cuerpo chibi suele ser del mismo tamaño o la mitad de grande que la cabeza del personaje. La mayoría de los personajes de cómic siguen la proporción de seis cabezas de alto, pero las figuras chibi suelen medir dos o, como mucho, tres cabezas.
Los colores del estilo chibi suelen ser más suaves que las paletas de colores convencionales, lo que incluye incluso el arte lineal. “No es necesario usar el negro para el arte lineal”, afirma Larson. Los azules y morados oscuros suelen bastar para el arte lineal chibi y le dan al personaje un toque más dulce. En cuanto a la coloración en general, evita los extremos del espectro con más profundidad y fuerza. “Los colores que funcionan bien para el estilo chibi son pasteles suaves”, indica Larson. Es esa suavidad la que enfatiza también la ternura que encarnan los personajes chibi.
Sin embargo, las proporciones y los colores son solo el principio. A la hora de dibujar personajes chibi, también tendrás que practicar aportándoles expresiones faciales y poses exageradas, así como emociones, acciones y rasgos de personalidad intensificados que acompañen a sus características físicas desmesuradas. “Intenta siempre encontrar la personalidad del personaje que estés dibujando”, aconseja Larson. Al fin y al cabo, el estilo chibi no va solo de ojos grandes; las emociones expresadas también deben ser grandes.
Colaboradores
Kevin Jay Stanton y Shiela Larson
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