¿Cómo dibujar un mandala?

Contenidos:

• ¿Qué es un mandala?
• Historia del arte del mandala.
• Tipos de mandalas.
• Cómo dibujar un mandala: guía de dibujo paso a paso.
• Mandalas: preguntas más frecuentes.

¿Qué es un mandala?

En sánscrito, la antigua lengua del budismo y el hinduismo, la palabra mandala significa “círculo”. Los mandalas forman parte de la antigua tradición oriental y se consideran un arte milenario. Un mandala es un diseño geométrico o un patrón de dibujo, a menudo representado dentro de una circunferencia, que puede representar el cosmos, las diferentes deidades o la esencia de la vida.

“Consiste en encontrar la paz en la simetría de su diseño y la del universo.” 

Saudamini Madra, artista

Diversas culturas diseminadas por todo el mundo se han dedicado a la creación de mandalas pensando que apelan a algo más profundo en el interior del ser humano. Pueblos como los mayas, los aztecas, los aborígenes australianos o los pueblos católicos europeos han utilizado el mandala de una forma u otra. Sin embargo, los mandalas tienen un lugar mucho más relevante en el arte de la religión budista e hinduista en el subcontinente indio. 

El conocido psicoanalista suizo Carl Jung creía que los mandalas eran la representación del mundo y de la mente, tanto consciente como subconsciente, y que promovían la búsqueda de la individualidad. Incorporaba la tarea de dibujarlos en su terapia como un método efectivo de calmar y ayudar a sus pacientes.

Los distintos diseños y formas dibujados en los mandalas, así como los distintos colores y elementos incluidos, se asocian a diferentes significados. De este modo, quien los dibuja puede expresar su estado de ánimo o proyectar las impresiones de su mundo interior. Trabajar con mandalas puede ser una herramienta de expresión y comunicación no verbal.

¿Para qué sirven los mandalas?

Los mandalas se han convertido en un símbolo para la meditación y la relajación en diferentes culturas. Su uso para aliviar el estrés y calmar las tensiones de la vida cotidiana está cada vez más extendido. Por ello, dibujar o pintar mandalas se utiliza cada vez más como terapia, tanto para pequeños como para adultos.

A nivel terapéutico, los mandalas ayudan a concentrarse, tranquilizar pensamientos y conectar con las propias emociones. Este ejercicio de introspección y meditación puede llevar a despertar también la creatividad, la sensibilidad musical y la disciplina.

Estos son algunos de los beneficios que se han observado con la creación de mandalas:

• Aportan un sentimiento de paz y serenidad. Crean una sensación de tranquilidad.

• Disminuyen la ansiedad, la depresión, el estrés y el cansancio mental. Varios estudios han demostrado que, al conseguir relajar la mente y acallar los pensamientos negativos, se consigue reducir los niveles de ansiedad y estrés.

• Refuerzan la concentración y la capacidad de atención. En este sentido, han sido utilizados en la rama de la psicología cognitiva y comportamental como una herramienta para mejorar las funciones de la memoria, la atención o la coordinación visomotora.

• Mejoran el sueño. La relajación ayuda a mejorar el sueño y, por tanto, contribuye a la salud general.

• Propician la aceptación y el autoconocimiento. Consiguen que nos concienciemos sobre nuestras emociones, sentimientos y pensamientos.

• Fomenta la creatividad. Son representaciones artísticas que consiguen conectar con la vena creativa e invitan a quien las practica a seguir creando. 

“En el proceso de dibujar un mandala, puedes sentirte mucho más en paz y en calma, y la respiración y el ritmo cardiaco se ralentizan. La sensación en cuerpo y mente, y su conexión, es muy positiva.” 

Fernanda Bonafini, artista y docente de matemáticas

Historia del arte del mandala.

Originario de la India, el arte de los mandalas nace en relación con religiones como el budismo y el hinduismo. El arte del mandala era un instrumento para la meditación y un medio para la oración. Los mandalas eran considerados círculos sagrados que representan lo eterno y lo absoluto, también buenos para la sanación por su capacidad de conectar con el inconsciente y con el alma.

Los mandalas se podían simplemente contemplar, elaborar sobre diferentes materiales como tela, papel, bronce, piedra o arena, y dibujar con diferentes colores.

Los mandalas de arena budistas.

Durante siglos, los monjes tibetanos han realizado diagramas cósmicos utilizando arena de distintos colores. Se trata de un trabajo minucioso, en el que añaden arena grano a grano, de forma intencional, con un pequeño embudo metálico y barras de metal que causan la vibración necesaria para que pueda colocarse en su lugar.

A menudo, cuatro monjes trabajan en el mismo mandala, uno en cada cuadrante del diseño geométrico. En el proceso, entran en estado de trance. Cuando los monjes se aproximan a la culminación de la figura, experimentan la transcendencia del ser y la realidad de un universo donde todos los seres son libres de sufrimiento.

Finalmente, tras semanas de arduo trabajo, los monjes destruyen deliberadamente los mandalas como un símbolo de que nada es permanente. La arena de sus dibujos es entonces arrojada al río, donde se devuelve a la naturaleza.

Los mandalas de arena budistas.

Durante siglos, los monjes tibetanos han realizado diagramas cósmicos utilizando arena de distintos colores. Se trata de un trabajo minucioso, en el que añaden arena grano a grano, de forma intencional, con un pequeño embudo metálico y barras de metal que causan la vibración necesaria para que pueda colocarse en su lugar.

Los mandalas hindúes.

También llamados “yantras”, los mandalas hindúes son tradicionalmente cuadrados, con una puerta en cada lateral que muestra a una deidad del hinduismo. A través de la meditación que proporciona la creación del mandala, el artista busca que las deidades lo ayuden a comprender las verdades del universo.

Los mandalas en occidente.

A través de la ruta de la seda, y a medida que el budismo se extendía por otras partes del mundo, inicialmente en China y Japón, el arte de los mandalas se dio a conocer poco a poco por todos los rincones.

En occidente, hoy en día, la práctica de dibujar o colorear mandalas está en auge, y se realiza con el fin de liberarse del estrés, desconectar del bullicio que nos rodea, trabajar la concentración o para obtener una sensación de paz y relajación.

Tipos de mandalas.

Existen numerosos tipos de mandalas según las formas geométricas utilizadas, los elementos incluidos, la temática y las opciones de color. Sencillos o más complejos, monocromos o policromos, con forma cuadrada, circular, de flor de loto, con temática de la naturaleza, o de diferentes deidades: existen muchas clases de mandalas diferentes.

Aquí tienes algunos tipos de mandalas:

Blanco y negro. Su principal característica es la ausencia de color. Solo se repasan las formas que crean el mandala, pero no se colorea su interior.

En color. Por el contrario, existen otros mandalas que sí contienen color, cada uno con su función: los rojos y anaranjados activan la creatividad, mientras el verde ayuda a sanar el físico y la mente.

En círculo. Seguramente los más populares, los mandalas que se dibujan en círculos son la representación del cambio y el movimiento y, al mismo tiempo, de la eternidad.

Cuadrados. También hay mandalas que tienen una forma de cuadrado, que sirven para representar el equilibrio, la constancia y la estabilidad.  

Flor de loto. También existen los mandalas en los que la flor de loto es la gran protagonista, con una gran carga mística y espiritual.  

Corazón. Los mandalas en forma de corazón no podrían representar otra cosa: el amor. También todos los sentimientos que salen de él, como la amistad o la unión.

Mariposa. Las mariposas mandala son símbolo de renovación personal y cambio. Como el animal, la persona que las dibuja también puede pasar por un proceso de metamorfosis.

Laberinto. Puede que no conozcas este tipo de mandala, pero son especialmente comunes en la cultura griega y la cristiana. Representan a un hombre perdido que finalmente encuentra su camino.

Complejos. Los mandalas pueden llegar a ser creaciones muy complejas si los unimos entre sí. El resultado puede ser una auténtica obra de arte.

Aztecas. Este tipo de mandala lo encontramos en el Calendario Azteca, un conjunto complejo por su uso y su interpretación. También hay referencias espirituales.

Aborígenes. Estos mandalas suelen ser originarios de los aborígenes de Australia, con los que plasman lo que su inconsciente les revela a través de los sueños.

Para niños. Los niños y niñas pueden beneficiarse de la creación de mandalas. Aunque pintar formas geométricas también puede ser divertido, es probable que prefieran diseños con dibujos infantiles.

Cómo dibujar un mandala: guía de dibujo paso a paso.

A continuación, detallamos paso a paso cómo dibujar un mandala. Aunque existen diversos tipos de mandalas, con distintas formas, diseños y colores, la primera elección que deberás realizar es si deseas dibujar un mandala a mano o crear un mandala digital.

Acto seguido, intenta hacerte una vaga idea mental de lo que quieres dibujar, qué forma escogerás, cuadrado o círculo, o si será en blanco y negro o a color, pero no te preocupes si no tienes una visión concreta del mandala que quieres realizar.

“A veces no tengo ni idea de qué estoy creando. Comienzo por la capa más pequeña, o el círculo más interior y, a medida que lo expando, cambia. Me gusta que fluya de forma libre.” 

Saudamini Madra, artista

Si necesitas inspiración, observa los diseños a tu alrededor o echa un vistazo a ejemplos de mandalas en Behance.

Cómo dibujar un mandala a mano.

Para poder dibujar tu mandala a mano necesitarás las siguientes herramientas:

• Papel, preferiblemente un papel grueso y blanco. El tamaño no importa, aunque para empezar es aconsejable usar un DIN A4 con el que trabajar cómodamente.
  
  
• Lápiz, preferiblemente de mina fina para que sea más fácil borrar el dibujo a lápiz si nos equivocamos o una vez hayamos repasado los trazos con un rotulador. En este sentido, un 2H será ideal para hacer el boceto inicial.
  
  
• Goma de borrar y sacapuntas, esenciales en cualquier dibujo.
  
  
• Regla y transportador, herramientas básicas que te permitirán trazar las líneas y las curvas de tu creación, conservando siempre la simetría.
  
  
• Compás, especialmente útil para crear círculos perfectos.
  
  
• Lápices de colores, rotuladores u otros, que servirán para darle color a tu creación.

Una vez tengas todo el material a mano, ya podrás empezar a elaborar tu mandala siguiendo estos pasos:

1.  Utilizando el lápiz y la regla, dibuja un cuadrado en el papel del mismo tamaño que desees para tu mandala.

2.  Traza líneas diagonales dentro del cuadrado que unan los vértices.

3.  Posiciona el punto central del cuadrado y, con la ayuda del compás, dibuja círculos convergentes que ocupen todo el cuadrado.

4.  Comienza a añadir tus diseños respetando la línea de cada círculo. Puedes utilizar motivos tradicionales como pétalos, cuadrados, hojas, soles, gotas…

5.  Repite el patrón utilizando una distancia y forma idénticas, dado que la simetría es una parte importante en la creación de mandalas.

6.  Sigue un orden en tu creación: termina tu mandala con el patrón elegido al principio.

7.  Cuando hayas terminado el diseño en lápiz, puedes repasarlo utilizando un bolígrafo o rotulador de diferente grosor. Después, borra el lápiz inicial.
 

8.  Finalmente, puedes colorear tu mandala.

Consejos para principiantes: usa una imagen de referencia, observa mandalas como las que deseas crear y utiliza lápiz al principio para poder rectificar los elementos de tu diseño según lo necesites.

Cómo dibujar un mandala digital.

No hace falta que tu mandala sea de arena o a mano. En tu tableta llevas todos los materiales que necesitas para crear tu mandala digital.

“Puedo crear algo y, si no me gusta, borrarlo. En papel, si imagino algo que luego no funciona, entonces lo pierdo todo.” 

Fernanda Bonafini, artista y docente de matemáticas

Puedes ahorrar tiempo con la simetría y crear bonitos mandalas con programas con opciones de simetría como Adobe Photoshop.

      1.  En una capa nueva, selecciona las herramientas de Pincel, Lápiz o Borrador.

      2.  En la barra de opciones, elige entre simetría radial o mandala para dividir tu círculo en segmentos.

• La simetría radial te permite elegir hasta 12 segmentos y cada trazo se repite hasta el punto central.

• Con la simetría mandala, puedes elegir hasta 10 segmentos a la vez y cada marca que hagas en el lienzo se reflejará y repetirá hasta el centro.
  
  

      3.  En el cuadro de diálogo de la opción de simetría, selecciona el recuento de segmentos deseado

      y confírmalo con OK.

      4.  Photoshop muestra el trazado de simetría predeterminado en el documento. Puedes transformar

      el trazado según sea necesario presionando la tecla Intro (en Windows) o Retorno (en Mac).

      5.  Dibuja sobre el documento con la guía de simetría como referencia.

Podrás variar el grosor de tu trazo y usar técnicas de acuarela. Además, si sitúas un círculo en cada capa, podrás modificarlos sin tener que modificar todos los demás.

“Recuerda siempre las tres ‘P’: práctica, paciencia y perseverancia.” 

Saudamini Madra, artista