FUNCIONALIDADES de la animación
Descripción de los 12 principios de la animación.
Los 12 principios de la animación son una guía de valor incalculable para todos los animadores. En ellos, los miembros más importantes del personal de Disney condensaron su planteamiento y crearon los fundamentos de la animación.
En este documento, exploramos la historia de estos principios esenciales de la animación y nos fijamos en cada uno de ellos con más detalle.
Historia de los 12 principios de la animación.
Dos animadores de Disney presentaron los 12 principios de la animación en 1981. Ollie Johnston y Frank Thomas los incluyeron en su libro The Illusion of Life: Disney Animation, publicado aquel año.
Estos principios de la animación se basan en el trabajo de los animadores en Disney desde la década de 1930, cuando se esforzaban en producir animaciones realistas de personajes de dibujos animados. Los principios se utilizan para crear la ilusión de que los personajes de Disney se rigen por las leyes básicas de la física. También abarcan aspectos abstractos, como la cadencia emocional.
Aunque la animación ha evolucionado en las décadas siguientes a la publicación de The Illusion of Life, sus fundamentos siguen estando vigentes y los 12 principios de la animación continúan aplicándose en todo tipo de áreas, desde las películas al diseño web.
Sigue los pasos uno a uno y podrás crear animaciones con las que el espectador tendrá la sensación de que tus creaciones son criaturas que están vivas y coleando, igual que las que los animadores de Disney han creado a lo largo de los años, entre las que se incluyen algunos de los personajes animados más populares de todos los tiempos.
Vamos a fijarnos con más detenimiento en cada uno de los principios.
1. Estirar y encoger.
Podemos decir que es el más fundamental de los 12 principios de la animación. Estirar y encoger los objetos o incluso las personas da la sensación de que tienen peso y flexibilidad. Al animar un objeto sencillo, como una pelota que rebota, puedes estirarla y encogerla cuando golpea el suelo.
Aunque esta animación resulta exagerada, se basa en la realidad, porque crea la ilusión de que la pelota se distorsiona debido al efecto de una fuerza externa, como en la vida real.
Puedes aplicar el principio de estirar y encoger también al crear animaciones más realistas. Pero ten siempre en cuenta el volumen del objeto. Si la longitud de la pelota se estira en vertical, su anchura debe contraerse en horizontal.
2. Anticipación.
Utiliza la anticipación para aportar realismo cuando deseas preparar al público para una acción. Estudia qué hacen las personas cuando se preparan para hacer algo. Un futbolista a punto de lanzar un penalti se estabiliza con los brazos o lanza la pierna hacia atrás antes de golpear la pelota. Si un golfista quiere golpear la pelota, primero debe lanzar los brazos hacia atrás.
La anticipación no se aplica solamente a las acciones deportivas. Piensa en un objeto que alguien está a punto de recoger o haz que el personaje se anticipe a la llegada de alguien en la pantalla.
3. Puesta en escena.
Al estudiar la puesta en escena, desempeñas la función del director de cine o de teatro. Debes pensar en dónde vas a situar la cámara, en qué la vas a enfocar, dónde van a estar los “actores” y qué van a hacer. Tanto si son personajes divertidos de dibujos animados o personas dibujadas con gran realismo, la puesta en escena es importante que, en ocasiones, se infravalora.
Se trata de conseguir es que la atención del público se concentre en los elementos importantes de la historia que quieres contar y evitar distraerlos con detalles innecesarios. Una combinación de iluminación, encuadre y composición, además de asegurarte de eliminar todo aquello que sobre, te permitirá que la historia progrese de forma eficaz.
4. Animación directa y pose a pose.
En cierto sentido, la animación directa y pose a pose contiene dos principios en uno, cada uno de ellos referido a las dos maneras de enfocar el dibujo. En las escenas de animación directa, se anima cada fotograma de principio a fin. Esto se hace para crear una ilusión de movimiento fluido en las escenas de acción, pero no cuando lo que deseas es crear poses (o posturas) exactas en las que se mantienen las proporciones.
En la animación pose a pose, los animadores comienzan por dibujar los fotogramas clave y, después, completan los intervalos. Como la relación con el entorno y con la composición cobra más importancia, este enfoque es preferible para las escenas emocionales y dramáticas. Puesto que las películas de Disney suelen contener tanto escenas dramáticas como de acción, sus animadores adoptaban con frecuencia ambos enfoques.
En la animación por ordenador, los inconvenientes de la animación directa desaparecen, porque los ordenadores permiten eliminar el posible problema con las proporciones. Además, permiten rellenar las secuencias que faltan en la animación pose a pose.
5. Acciones complementarias y superpuestas.
Estos dos principios basados en el movimiento se combinan para que el movimiento resulte más realista y crear la impresión de que los personajes siguen las leyes de la física.
La acción complementaria se refiere a las partes del cuerpo que continúan moviéndose cuando el personaje se detiene. A continuación, las partes se dirigen al centro de gravedad, igual que en una persona real. La acción complementaria también se aplica a los objetos.
Las partes del cuerpo no se mueven a la misma velocidad. La acción superpuesta representa esta realidad. Por ejemplo, el pelo de un personaje podría moverse debido al impulso de la acción, pero, una vez finalizada, continúa moviéndose durante algo más de tiempo que el resto del personaje.
6. Acelerar y desacelerar.
Este principio de la animación se refiere a acelerar y desacelerar gradualmente. En el mundo real, los objetos tienen que acelerarse cuando empiezan a moverse y desacelerarse antes de detenerse. Por ejemplo, una persona que corre, un coche en la carretera o un péndulo.
Para representar esto en la animación, es preciso dibujar más fotogramas al principio y al final de una secuencia de acción. Acelerar y desacelerar gradualmente aporta realismo a la animación y ayuda a que el público se identifique y simpatice con los personajes.
7. Arcos.
En la vida real, la mayoría de las acciones presentan una trayectoria en arco. Para lograr mayor realismo, los animadores deben respetar este principio. Tanto al crear el efecto de las extremidades al moverse como al lanzar un objeto, los movimientos que siguen arcos naturales generarán fluidez y evitarán una animación antinatural e irregular.
Para acordarse de representar los arcos, los animadores tradicionales suelen dibujarlos suavemente en el papel, a fin de utilizarlos como referencia, y luego los borran cuando ya no se necesitan. La velocidad y la cadencia son importantes para los arcos, pues a veces ocurren con tanta rapidez que se difuminan hasta el punto de quedar irreconocibles.
Por supuesto, en ocasiones esto se hace deliberadamente, para dar la impresión de algo poco realista o tan rápido que resulta gracioso. Esto se denomina “desenfoque del movimiento” (o “smearing”) en animación. Chuck Jones, uno de los mejores animadores del siglo XX, era un experto en esta técnica. Fue el creador de uno de los primeros ejemplos de ella en un cortometraje para la Warner Bros realizado en 1942. Jones la utilizó para ahorrar tiempo, pero le gustó y retomó la idea en muchas animaciones de la serie Looney Tunes. En la actualidad, se sigue utilizando en “Los Simpsons”.
8. Acción secundaria.
Este principio de la animación ayuda a enfatizar la acción principal en una escena aportando una dimensión adicional a los personajes y objetos. Los matices sutiles, como la forma en que una persona balancea los brazos al andar por la calle, confieren carácter a tus creaciones y hacen que parezcan más humanas.
Siempre y cuando no desvíen la atención respecto a la acción principal, las acciones secundarias pueden marcar la diferencia a la hora de conseguir que una escena cobre vida de verdad.
9. Sincronización.
Al igual que en la vida real, la animación es cuestión de sincronización. Si consigues aplicar bien este principio, la animación resultará más realista, porque dará la sensación de que todo sigue las leyes de la física. Piensa en el tamaño y el peso de los personajes en relación con las personas y objetos que los rodean. Los objetos y las personas ligeros reaccionarán con más rapidez al empujarlos que si son pesados.
Para que la cadencia quede bien sincronizada en animación, debes dibujar el número adecuado de fotogramas o dibujos. Al igual que sucede con el principio de aceleración y desaceleración, cuanto más lenta sea la acción, más fotogramas o dibujos tendrás que añadir.
10. Exageración.
Se trata de un arte sutil en el que los animadores de Disney son expertos. Muchos de los 12 principios de la animación se basan en el realismo y este no es una excepción. Sin embargo, si evitas por completo la exageración, la animación puede ser demasiado real y corres el peligro de que resulte aburrida.
En Disney están convencidos de que la exageración debe ser fiel a la realidad hasta cierto punto, pero algo más extrema. Por eso, a menudo rebasan los límites del realismo, para que los personajes destaquen y sus aventuras sean más graciosas.
Una idea clásica y un ejemplo de la exageración en animación es la caída de la mandíbula. Cuando un personaje se sorprende o se enamora a primera vista, a menudo los animadores no se limitan a representarlo con una expresión un poco anonadada o con la boca abierta. Para transmitir la idea, hacen que la mandíbula del personaje caiga mucho más abajo de lo que sería realista, a menudo incluso termina en el mismísimo suelo.
11. Dibujo sólido.
El dibujo sólido en animación es uno de los principios más difíciles de aplicar correctamente, en especial en la animación tradicional. Esto se debe a que tienes que conseguir que las creaciones parezcan tridimensionales y conferirles peso y volumen. Las clases de artes plásticas son útiles para adquirir conocimientos sobre el peso, el equilibrio, la gravedad, la luz, la sombra y otros aspectos. En The Illusion of Life, Johnston y Thomas advierten sobre los peligros de crear lo que denominan “gemelos”, es decir, personajes que no resultan creíbles porque sus lados izquierdo y derecho son exactamente iguales.
12. Atractivo.
El último de los 12 principios de la animación es uno de los más importantes. En el cine, la televisión y el teatro, los directores desean que sus actores tengan carisma. No importa si son el bueno o el malo: los personajes deben tener el suficiente interés para que los espectadores quieran saber cómo se desarrolla su historia.
Los animadores deben asegurarse de que todas sus creaciones sean atractivas, tanto si se trata de una dulce oruga como si es un dragón infernal empeñado en destruirlo todo. No existe una fórmula, pero una buena idea para que una creación resulte adorable es hacer que su rostro sea redondeado e infantil. Con frecuencia, los héroes tienen rasgos marcados, angulares y simétricos.
Bruno Madrigal en Encanto (2021) es un gran ejemplo de ello. Al principio de la historia, Bruno es la misteriosa oveja negra desterrada por su familia. Se hace creer al público que posiblemente sea el malo de la película y se lo representa como una figura oscura y encorvada a la que no se le ven los ojos. Cuando su sobrina Mirabel la conoce y descubre que no es tal y como se lo retrataba, se desvela su rostro completo y de pronto resulta mucho más compasivo, con ojos grandes y un semblante mucho menos amenazador. El atractivo de Bruno cambia a la par que el papel de su personaje y los animadores consiguen transmitirlo de forma brillante.
Preguntas frecuentes sobre los 12 principios de la animación.
¿Por qué son importantes los 12 principios de la animación?
Estos 12 principios de la animación son importantes porque, al combinarlos, ayudan a enraizar la animación en el mundo real.
El cielo es el límite a la hora de dar rienda suelta a tu imaginación. Pero también debes tener en cuenta la gravedad y otras leyes de la física. Si no lo haces, la animación resultará mucho menos creíble y al público no le importará qué les ocurre a tus personajes, tanto si los has dibujado a mano o con técnicas de animación en 3D.
¿Quién inventó los 12 principios de la animación?
Ollie Johnston y Frank Thomas son los creadores de estos principios. Fueron dos de los famosos Nueve Ancianos de Disney (incluso el mismísimo Walt Disney los llamaba así). Este grupo constituyó el grupo de animadores fundamental del estudio.
En 1981, Johnston y Thomas publicaron un libro titulado The Illusion of Life: Disney Animation. Los Nueve Ancianos llevaban décadas aplicando estos principios, pero esta fue la primera vez que se los revelaron al resto del mundo.
¿Cuáles son los tipos de animación?
Hay cinco tipos principales de animación:
- 3D: se utilizan las imágenes generadas por ordenador (CGI) para crear los personajes y los mundos en los que habitan. Se trata del método más común en la animación moderna.
- Tradicional: también denominada animación en celuloide, dibujada a mano y en 2D. Es el método de animación original, que se remonta al siglo XIX.
- Animación stop motion: consiste en mover físicamente los objetos, a menudo hechos en arcilla, fotograma a fotograma.
- Gráficos animados: técnica de diseño gráfico animado que hace que los textos e imágenes cobren vida.
- Vectorial: es una versión moderna de la animación tradicional, en la que se utilizan gráficos en 2D.